Ayuntamiento de Madrid - San Blas-Canillejas

Paco Moya se hace cargo de los porteros

Hace tiempo que la EDM San Blas tenía vacante el cargo de entrenador de porteros, un puesto clave en el organigrama de los equipos de fútbol por su especificidad y responsabilidad como último jugador del equipo. Los porteros deben tener entrenamientos diferentes, específicos, y en ese cometido están Paco Moya y su segundo Pedro García, también entrenador de la Escuela.

Porteros EDM
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Los porteros de las categorías benjamines, alevines, infantiles y cadetes ya pueden entrenar un día a la semana de forma diferente, con sus iguales, con los mismos objetivos y prioridades: que les marquen el menor número de goles posible y ayudar así a sus respectivos equipos. Algunos se conocían y otros lo hacen ahora bajo la tutela de un entrenador veterano, Paco Moya (55) con larga trayectoria en el fútbol base y 11, dentro y fuera de la Escuela de San Blas.

“Llevo toda mi vida en el fútbol, llegué a San Blas como padre, acompañando a mi hijo, pero me entró el veneno del fútbol y siempre quise ayudar desde los banquillos”, comienza diciendo Moya, hasta hace poco tiempo entrenador de benjamines, aunque ha entrenado todas las categorías de la EDM San Blas. Ahora está que no cabe de gozo con su pupilo Suso, un portero que empezó en San Blas y que ha debutado con el Leganés con solo 18 años.

Dicen que la veteranía es un grado, pero en el caso de nuestro responsable de porteros es mucho más, sobre todo porque está en plena forma, se tira al suelo sin problemas, vive el fútbol de forma apasionada y cree que todo empieza bajo los palos.

“Nuestra labor es educar al portero bajo la inmensidad de la portería, los tres palos no se mueven, es el arquero el que tiene que bailar, cubrir el primer palo, salir de la cueva, siempre les digo que un día se les va a caer el larguero encima y tienen que saber jugar con el pié, esto es fundamental”.

Los niños le observan y atienden con interés, algunos nunca en su vida habían tenido un entrenador de porteros. “Chicos, el balón hay que agarrarlo con firmeza, botando con seguridad; luego están los reflejos, agilidad, visión de juego, el saque en profundidad, ir bien por arriba, por abajo, gritar, ordenar, que no haya dudas con la defensa, un error en este sentido te puede costar un gol y el partido”.

Lateralidad y no dar la espalda

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Moya insiste en los porteros tienen que moverse en lateralidad, siempre de frente al campo, intentando no dar la espalda nunca al juego y blocar el balón, despejar con la mano extendida para no dar opciones de disparo a los delanteros.

“Quiero las manos firmes, con seguridad, yo he visto a Valdano romper las manos a un portero en la Ciudad Deportiva”, les dice a los chicos. Moya trabajó con Mezquita, otro histórico del fútbol madrileño en el Real Madrid y en San Blas.

“He visto la evolución de grandes porteros como Paco Buyo, Iker Casillas o Julen Lopetegui y todos han trabajado de lo lindo para llegar arriba, aquí no regalan nada”, les comenta a los porteros de la Escuela, atónitos ante las explicaciones.

Voy a hacer un seguimiento de todos estos chicos, les veré en los partidos y hablaré con sus entrenadores, me preocupa la responsabilidad de estar bajo los palos, hay que trabajar la soledad del portero, y minimizar y aceptar el fallo, algo que no se critica a los delanteros”.

Los porteros, encantados, se fían de Paco Moya y de Pedro García, un buen tándem de trabajo para la Escuela de San Blas. “Si me hacéis caso y atendéis, os aseguro que en  tres meses os marcarán pocos goles, de vosotros depende y tener en cuenta que en otras escuelas los padres pagan aparte estos entrenamientos específicos”, finaliza.