Luis Sanz: "Disfruto entrenando y aprendo de los benjamines"

A sus 20 años Luis Sanz es todo un veterano en la Avenida de Guadalajara. Ingresó en la Escuela de alevín, después jugó en infantiles y cadetes hasta su etapa de Juvenil, en el Montpellier. Más tarde regresó cuando colgó las botas por lesión para hacerse cargo de la formación de benjamines, destino en el que lleva cuatro temporadas aprendiendo la difícil tarea de entrenador.

Luis Sanz es un preparador forjado en la casa de la EDM.
Luis Sanz es un preparador forjado en la casa de la EDM.
El entrenador del Benjamín B presenta un buen currículo en su etapa de jugador.
El entrenador del Benjamín B presenta un buen currículo en su etapa de jugador.
Sanz lleva cuatro temporadas entrenando y aprendiendo con benjamines.
Sanz lleva cuatro temporadas entrenando y aprendiendo con benjamines.

El técnico del Benjamín B es muy joven, pero de su infancia todavía recuerda las penurias de la Escuela, sobre todo la ausencia de césped, gradas o vestuarios, lo más parecido al pleistoceno futbolístico. "Las mañanas de los inviernos eran muy duras y siempre recuerdo a los padres rompiendo el hielo que se acumulaba en los charcos mientras los niños calentábamos. Las gradas eran bancos de madera. Yo entonces era alevín y estuve hasta la etapa de cadete, primero jugando de defensa central y después de medio centro".

Luis recuerda como entrenador a Del Pino, pero también a Antonio Mezquita. "Desde la segunda temporada llevaba el brazalete de capitán, por indicación de Mezquita, era un gran entrenador y tenía paciencia, te explicaba las cosas mil veces. La verdad es que no le entendíamos la mitad porque éramos muy niños, pero sabía enseñar, ahora le comprendo más desde que soy entrenador. Con Del Pino jugué de medio centro porque fabricaba goles, yo era más organizador que pasador", asegura.

Buen currículo en la EDM

El entrenador del Benjamín B consiguió grandes triunfos de jugador con la EDM: cinco ascensos y una Liga con el Infantil A ascendiendo a la categoría Autonómica. Así hasta la etapa juvenil, una sola temporada, y después marchó al Montpellier. "Tuve algunos problemillas en mi primer año y me fui de la Escuela, consensuando mi salida con el presidente Jesús Gutiérrez. Después llegó mi declive al romperme la tibia y el peroné, aunque me recuperé y llegué hasta la Preferente Juvenil. Aún así conseguimos dos ligas con el Montpellier".

Entrenador de la casa

Después comenzó su etapa de entrenador, retornando a la Escuela de San Blas, su casa. "Me gusta entrenar a los niños más pequeños, disfruto mucho y aprendo de ellos. Además ahora me doy cuenta de que al principio no tenía mucho idea", admite. Sin embargo, reconoce que entrenar casi siempre a un mismo bloque es garantía de éxito. "Llevo casi tres años con un grupo de jugadores excepcionales. El día que perdimos contra el Rayo fueron ellos los que me animaron a mí, tengo un súper benjamín". Pero Sanz no está solo. En el banquillo le ayuda Kiko, el padre de Raúl, uno de sus jugadores. "Kiko es muy importante, es un amigo y los niños lo entienden igual que a mí. Hacemos un buen tándem", explica.

El técnico se ha fijado como objetivo de la temporada ganar la liga, sin contemplaciones, para ello está peleando con el Rayo Vallecano, su mayor rival y líder del grupo. "Somos sede de la FFM, y tienen que volver a jugar en nuestro campo, además tenemos ambición y lo vamos a conseguir", finaliza Luis Sanz, otro de los hombres de la casa con un gran futuro por delante.