Julián Pedroche, un entrenador comprometido con la EDM

img/1210/julian-pedroche/images/edm-pedroche1.jpg img/1210/julian-pedroche/images/edm-alevin-A1.jpg img/1210/julian-pedroche/images/edm-alevin-A5.jpg img/1210/julian-pedroche/images/edm-pedroche2.jpg img/1210/julian-pedroche/images/edm-alevin-A8.jpg img/1210/julian-pedroche/images/edm-alevin-A9.jpg

Julián Pedroche es uno de los entrenadores históricos de la Escuela de San Blas. Compagina su labor de técnico con la de secretario. Tiene 41 años y entrena al Alevín A, una camada de buenos jugadores para un entrenador de la casa y comprometido con la EDM. Es hijo de directivo, su hermano también ayuda y su hijo juega en el Infantil A, tres generaciones de Pedroches en la Avenida de Guadalajara.

Al principio de temporada se puede ver a Julián Pedroche en su despacho de la oficina tramitando fichas, acomodando jugadores en las plantillas, peleando con la Federación, documentos, fotografías, firmas y más papeles. Es el secretario de la EDM y después del presidente, el que más manda, al menos en teoría. Un trabajo de oficina y deportivo que hace a la perfección, porque de casta le viene al galgo. Es hijo de Julián Pedroche, directivo veterano con fama de malas pulgas que ha inculcado a su hijo el amor por el fútbol base, ¿o fue al revés?

"La verdad es que yo le metí el gusanillo del fútbol a mi padre, vivíamos en Vallecas y jugábamos todo el día en la calle. Después mi padre se metió en la antigua Asociación de Vecinos de San Blas y ahí empezó todo. No faltaba de nada, viajábamos hasta Ucrania, fue un periodo apasionante donde se gestó o se pusieron los cimientos de la actual EDM", comienza diciendo el entrenador del Alevín A, que entró de adolescente, jugando en la posición de líbero o medio centro.

No le gustaba entrenar

Julián Pedroche
Julián Pedroche

"Yo jugaba normalito (risas), aún así podía haber vivido del fútbol unos años, pero era un vago y no me gustaba entrenar. Mi padre me daba dinero para el transporte y me lo gastaba en tonterías". Después se asentó sobre el terreno de juego jugando en cadetes, juveniles y hasta en Primera Preferente. "La progresión de la Escuela desde mediados de los 90 ha sido constante y siempre intentamos mejorar con nuestros limitados recursos. La verdad es que nunca me imaginé los campos de césped actuales, el espléndido recinto del que disfrutamos todos, vamos, ni por asomo", recalca Pedroche.

Como una familia

Doce años como directivo y siempre compaginando su labor con la de entrenador. "Somos como una familia: el presi, mi padre, Rafa, Paco, Carlos y José Aguilar. La verdad es que esta ocupación extra laboral me compensa, me gusta y encima tengo la suerte de disfrutar de mi hijo en la escuela".

Pedroche reconoce que aprende de los niños, "pero hay que saber tratarlos, además de donde no hay no se puede sacar, es ley de vida y respetar siempre a los jugadores. Creo que la evolución más importante es hasta la categoría infantil y, si no han aprendido, lo mejor es dejarlo o jugar sin nivel competitivo, que tampoco pasa nada", explica.

La EDM ya es referencia en el Este de Madrid, pero Julián se fija en otras, como Alcalá o San Fernando. "Son escuelas fuertes con nivel de exigencia y nos superan porque pueden elegir, además tienen aficiones consolidadas. Nosotros sacamos también buenos jugadores pero al final se van cuando crecen deportivamente, por eso tenemos que ser más competitivos y llegara a las competiciones autonómicas".

Pedroche insiste en que hay que estar muy encima de los jugadores, sobre todo en las categorías de alevines e infantiles. Un ejemplo, su propio equipo, el alevín A. "Tengo un equipo muy bueno, bien trabajado y nuestro objetivo es la permanencia en la autonómica. Tengo una plantilla de 20 jugadores que es suficiente. Son más bien técnicos, bajitos, y van bien de físico. Espero aguantar la categoría", dice este seguidor atlético que admira a los grades entrenadores: Cholo, Guardiola y hasta al rival Mourinho.