Antonio y Molina, calidad y potencia del equipo Aficionado

Antonio Molina fue un cantaor muy conocido en la época de oro de la Copla española y patriarca de una buena saga de artistas. Pero por separado, Antonio y Molina, son los nombres de guerra de dos de los mejores jugadores del equipo Aficionado de la EDM. Antonio juega de medio centro y Molina de defensa central, dos estilos diferentes sobre la cancha con una calidad incuestionable y sin necesidad de bajar a la mina, como el cantaor malagueño.

Molina Antonio Lafuente Molina Antonio Lafuente Molina Antonio Lafuente Molina

 

Asegura Pérez González, director deportivo de juveniles y aficionados de la EDM, que Antonio es uno de los mejores jugadores de la Escuela de San Blas en el plano técnico y que solo le queda mejorar el aspecto defensivo, cuando no tiene el balón, para ser uno de los grandes. "Tiene mucha calidad jugando de medio centro o segunda punta, aunque su posición no está claramente definida.

Es un jugador muy importante, con pegada y buen desplazamiento del balón, solo le falta competitividad; será un jugador de futuro si aprende a colocarse y a jugar sin balón". De Molina, el defensa central del Aficionado, lo tiene claro. "Es el eje del equipo, lo tiene todo, además de ser una gran persona. Serio, disciplinado, equilibrado, va bien al corte y de cabeza, un ejemplo a seguir".

Antonio, la técnica y el toque

Antonio Lafuente es uno de los medio centros del equipo Aficionado
Antonio Lafuente es uno de los medio centros del equipo Aficionado.
Molina es el eje de la defensa del equipo de Regional.
Molina es el eje de la defensa del equipo de Regional.

Antonio Lafuente (20 años) llegó hace dos años a San Blas procedente de un equipo de La Elipa ya desaparecido. Le fichó Chema Olmedo, el ex entrenador del Aficionado y del que guarda un gran recuerdo. Es un medio centro con una gran técnica, buen disparo y desplaza el balón como nadie. Antonio se muestra a gusto en la Avenida de Guadalajara, como jugador y como entrenador del Benjamín I.

"El ambiente es muy bueno y me acogieron rápido. Además de jugar en el primer equipo entreno a un benjamín. Es mi primera experiencia en los banquillos y estoy muy contento con los chavales", explica Antonio. "La verdad es que tengo mucho aprecio a Olmedo porque me trajo y enseñó mucho, pero con Alberto Granados (actual míster) vamos mejor, antes no jugábamos a nada y ahora se impone el toque de balón, que va más con mi estilo de juego". Antonio estudia Técnico Superior de Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD), y su futuro puede estar encaminado a la preparación deportiva. Su equipo favorito es el Real Madrid y su jugador, Guti.

Molina, el Kaiser de la defensa

Javier Díaz Marco (Molina) es el defensa central y capitán accidental del equipo. Tiene 22 años, es alto, rubio, muy potente en el salto y siempre bien colocado sobre la cancha de juego. El sobrenombre es obra de Miguel, el antiguo utillero de la Escuela, por parecerse a Óscar Molina, un jugador del Real Madrid Castilla y Mérida fallecido en accidente en los años 90. Lleva desde cadete en la Escuela de San Blas y se siente arropado. "La verdad es que el ambiente es fantástico, me tratan muy bien, la gente es buena y somos como una gran familia".

Molina juega en la posición de defensa central y a veces prueba de libre. "Creo que mando mucho a mis compañeros de línea, a veces se despistan (risas), pero son grandes jugadores. Solo nos falta estar más tranquilos, ganar en experiencia y aprender más", explica el Kaiser de San Blas. Sobre el cambio de entrenador, lo tiene claro. "Nos ha revolucionado el sistema de juego, somos más serios atrás y sabemos a qué jugamos. En cuanto al brazalete lo llevo porque Cristian y Pablo están lesionados, pero lo asumo con responsabilidad". Javier, perdón Molina, estudia Ingeniería Naval en la Politécnica de Madrid y es hincha del Atlético de Madrid, aunque siempre se fijó en Carles Puyol.