Karen Gazarov: “Estoy en las nubes con la Escuela de San Blas”
La primera vez que tuvimos noticias de “El Ruso” fue a principios de temporada, allá por el mes de octubre. Rubio, rellenito, ojos azules y muy simpático, la verdad es que llamaba la atención entre tantos entrenadores nacionales. Se puede afirmar que cae bien a toda la Escuela de San Blas, trabaja bien, aporta y es disciplinado. Sus compañeros dicen que hace 'cosas raras' en los entrenamientos, pero los niños le adoran, igual que sus padres. Hablamos de Karen Gazarov (21 años), entrenador del Prebenjamín H de la EDM y monitor de fútbol base y fútbol sala.
Karen Gazarov, entrenador de Prebenjamín H
Gazarov, otros lo llaman “Gorbachov”, es natural de Armenia, una de las pequeñas ex repúblicas soviéticas de la región del Cáucaso. Desde los siete años vive en España con sus padres, aunque antes emigraron a Alemania huyendo de la guerra. En nuestro país alguien le dijo a su familia que se vivía bien y desde entonces reside en Madrid. “En Alemania todo me pareció muy estricto; una vez, cuando era niño, me denunciaron en Frankfurt por tirar una cereza a un coche que pasaba por mi calle. España es un país mucho más permisivo”, dice Karen entre risas.
Es el pequeño de tres hermanos, antes residía en Las Musas y actualmente vive en Vallecas. Se sacó el título de fútbol base el pasado verano y posee también el de fútbol sala, deporte que domina y además entrena en ADAE Simancas, otro gran club de nuestro distrito. “Quería probar con el fútbol, me picaba el gusanillo y me presenté al director deportivo de la EDM, que me dio la oportunidad. Algunos ven rivalidad entre la EDM y el ADAE, pero yo no lo veo así. En los dos clubes me tratan de maravilla y además entreno a cuatro equipos de sala en el IES Isabel la Católica donde siempre están atentos, sobre todo la coordinadora Pilar Alameda”.
Karen explica las diferencias entre fútbol y fútbol sala. “El golpeo de balón y el regate es muy diferente. En el fútbol sala es todo toque, paredes, combinaciones, no hay apenas espacios. Creo que es difícil jugar al mismo tiempo a las dos disciplinas con pisos tan diferentes como la hierba o el parquet, además las dimensiones de las cancha de juego o la colocación de los jugadores es distinta. Un niño que juega al fútbol no sabe lo que es un cierre, un ala o un pívot; el calzado también es diferente”, explica el técnico.
Se le cae la baba
Desde el principio de temporada Gazarov entrena al Prebenjamín H, siempre ayudado por su compañero Iván Bermejo, con el que se compenetra muy bien. “Al principio los niños no sabían ni lo que era un balón e iban todos como en manada persiguiendo el esférico. La verdad es que estoy sorprendido de que sepan colocarse y buscarse entre ellos. Se me cae la baba viendo cómo crecen futbolísticamente. Encima estamos muy arriba en la clasificación, aunque esto no tiene ninguna importancia todavía”.
El técnico del Prebenjamin H lo tiene todo muy claro y es agradecido. “Estoy en las nubes con la EDM, está todo muy bien montado y es un privilegio pertenecer a esta escuela donde aprendo de todos, niños, compañeros y directores deportivos. Tenemos reuniones y nos marcan el camino a seguir, el rumbo de la escuela, y yo soy muy obediente”, asegura, mientras piensa en su futuro. “Me gustaría entrenar a dos equipos en la EDM la próxima temporada; además con los padres me llevo de cine, son únicos, me ayudan y son los mejores que he tenido en mi vida; traen a los niños hasta enfermos y si no pueden me llaman por teléfono, se preocupan mucho y animan de verdad”, finaliza.